El
amor por la lectura es algo
que
se aprende pero no se
enseña.
De la misma forma
que
nadie puede obligarnos
a
enamorarnos, nadie puede
obligarnos
a amar a un libro.
Son
cosas que ocurren por
razones
misteriosas, pero de lo
que
sí estoy convencido es que
a
cada uno de nosotros hay un
libro
que nos espera. En algún
lugar
de la biblioteca hay una
página
que ha sido escrita
para
nosotros.
Alberto
Manguel
:) Precioso y muy cierto.
ResponderEliminar